miércoles, 2 de noviembre de 2011

Graciela M. Gavilán La desvalorización del rol docente.

Saludos cordiales Estimad@s compañer@s, listo el espacio para comentar la lectura de este sábado 5 de noviembre: Graciela M. Gavilán   La desvalorización del rol docente. ¡Bienvenid@s!
Dialoguemos sobre la misma.
Atte. Isa.

20 comentarios:

  1. La desvalorización del rol docente
    J. César Lara C.

    Al leer el texto de M. Graciela Gavilán, es importantísimo remontarnos a nuestra verdadera labor: la de educar. Pues como destaca este texto, durante los últimos años esta actividad ha sido desvirtuada -en el mayor de los casos- por razones ajenas al proceso educativo; increíblemente, en muchos países del mundo, por lo que no solo tiene que ver con lo cultural.

    Resulta demasiado analítico este texto, si lo contextualizamos a nuestra sociedad, donde muy a pesar de que la formación es importantísima para alcanzar la calidad de la educación; factores como el mismo contexto, el tradicionalismo, la baja autoestima, malas condiciones laborales, bajos salarios, la violencia, el estrés laboral, entre otras; son situaciones que constantemente desvalorizan el trabajo docente y quizá a todo esto, deberíamos agregarle, el propio concepto que se tiene de la labor, donde expresiones como el que hacen como que me pagan y hago como que trabajo, son situaciones que muchas veces forman parte de la idiosincrasia de quienes somos docentes; tristemente pero es esa nuestra realidad.

    Aunado al aunque sea de maestro, es otro de los comentarios que constantemente vierte la sociedad y en el peor de los casos; que no exista la verdadera labor de formar o, como se destaca actualmente, nuestra labor de enseñar fue desplazada por tanta administración educativa que trae consigo la propia RIEB, situación que el propio estudio de Gavilán destaca.

    Como alguna vez leí en un texto de Carlos Monsiváis que hablaba de la labor docente, el maestro dejó de ser el apóstol de la educación y se convirtió en un burócrata más del sistema político de nuestro país. Y como la propia Gavilán (1999) señala: “se debería volver al docente el rol de conducción del proceso de aprendizaje que alguna vez tuvo y del que hoy se siente despojado”. (p. 226) Solo así, podremos cumplir con nuestra labor: la formación de seres humanos, en un ambiente de solidaridad, respeto, identidad profesional, ética y compromiso social.

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  2. ¡Hola!

    La desvalorización del rol docente. Graciela M. Gavilán

    Totalmente coincido con mi compañero Julio Cesar y quisiera agregar que actualmente, las instituciones educativas y el docente han perdido la hegemonía de la transmisión de conocimientos debido al desarrollo de medios de comunicación masivos (televisión e internet sobre todo) que actúan como fuentes de información y cultura. El extraordinario desarrollo de estas fuentes de información genera dos situaciones que afectan al docente en el desempeño de su rol:

    En primer término, estos medios transmiten códigos culturales y valores que suelen contradecir los valores sustentados y promovidos por las instituciones educativas. Se han visto afectada, en este punto, la coincidencia entre la escuela y la sociedad. Por lo anterior, los docentes debemos tomar una postura de enseñar a nuestros alumnos a aprender a discriminar la información que reciben.

    Según Claude Merazzi “hasta hace unos años, la escuela coincidía con la sociedad en los valores fundamentales y en los modelos que debían transmitir, lo cual producía una socialización ampliamente convergente.” En el momento actual, los docentes se encuentran con una “fuente de malestar” al intentar definir qué deben hacer y qué valores defender, pues se ha perdido el anterior consenso, que ha sido reemplazado por un proceso de socialización conflictivo y divergente.

    En segundo término, el fantástico potencial informativo de estas nuevas fuentes de
    Información modifican la relación docente–saber; tradicionalmente, el docente poseía un papel fundamental en lo que respecta a la transmisión del conocimiento. Las nuevas fuentes de información obligan al maestro a modificar su papel de “poseedor” del saber ya que sus afirmaciones pueden ser refutadas por alumnos que tienen acceso a esas fuentes.

    Ante la situación expuesta, surge el convencimiento que toda acción de transformación en el área educativa debiera partir de “atender” para “entender” qué pasa en las instituciones y fundamentalmente qué les pasa a los docentes.

    Para que a partir de lo que haya, de lo que se puede y de lo que se sabe, se pueda iniciar el difícil pero inevitable proceso de redefinir el rol de la escuela y los docentes en este cambiante mundo de inicios del siglo XXI.

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  3. La desvalorización del rol docente. Mirta G. Gavilan
    Esmeralda Barojas

    Si lugar a duda, esta lectura me hizo reflexionar sobre mi quehacer docente y reafirmar mi compromiso con la educación. Estoy en esta carrera de vida por vocación y no por obligación, sin embargo el hecho de que la sociedad ya no valore como antes la profesión hace más complicada mi tarea y no por que no sea reconocida socialmente, sino por la falta de compromiso por parte de autoridades y de los mimos padres en especial.

    Con tristeza reconozco que mi profesión esta desvalorizada, sin embargo no me desanima a continuar esforzándome por dar lo mejor de mí y ser mejora cada día, al menos por eso es que me encuentro es esta especialización.

    Me sentí tan identificada con algunos aspectos de la lectura, por ejemplo el hecho de que escogí ser educadora por amor al arte como dijeran por ahí, no porque fuera a ganar bien o por que fuera a gozar de un buen estatus, incluso recordé a mi padre diciéndome que me moriría de hambre si estudiaba eso, sin embargo heme aquí disfrutando de lo mío, el trabajo con los niños y esa es mi mayor recompensa y satisfacción. Mucha gente se oponía porque decían que iba a desperdiciarme en esta carrera, sin comprender que implica tanto igual o más compromiso y responsabilidad, pues a diferencia de los informáticos, no trabajamos con maquinas a las que les vaciamos la información, es una carrera humanista, trabajamos con humanos y no podernos darnos el lujo de practicar o echarlos a perder, sucede lo mismo con los médicos pero a diferencia nuestra a ellos si se les valora.

    Hoy en día ser docente ya no es opción por las malas condiciones laborales, por los bajos salarios, por la responsabilidad que implica, entre otros factores, pero a pesar de ello, hay quienes optan por esta profesión por que los obligan, porque les heredaran la plaza o porque tienen la mala concepción de que ser docente no implica mayor esfuerzo, hay un sueldo seguro, vacaciones, prestaciones y los horarios no son tan extensos, sin saber que implica más del tiempo en el aula o en la institución.

    Me sorprendió darme cuenta de que esta realidad es internacional, yo pensé que solo pasaba en nuestro México lindo y querido y no es así. Aterrizando a mi realidad hoy en día me encuentro en un contexto no muy agradable, la comunidad no valora ni el nivel preescolar ni la profesión, no los puedo juzgar, pues eso se debe a las experiencias vividas con maestras anteriores, sin embargo se quedan con esa idea y no se abren a la posibilidad de conocerme y ver que no soy muchos o al menos busco ser diferente, ser mejor. No contribuyen, en vez de trabajar en colaboración, obstaculizan mi trabajo, lo cual ha provocado que sienta malestar, pero no dejare de luchar hasta conseguir que cambien esa forma de pensar partiendo de mi actuar, no me daré por vencida y mucho menos abandonaría mi profesión docente. Reafirmo el compromiso que mi quehacer implica y propiciare el logro de la participación social, pues la educación de los niños debe ser una responsabilidad compartida, estoy convencida de que si unimos fuerzas lo lograremos.

    Solo agregaría una pregunta que considero deberíamos hacernos todos los docentes ¿Qué estoy dispuesto a dar para recuperar el valor de la profesión docente? la clave para lograrlo es comprometernos con nuestras respuestas.

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  4. La desvalorización del rol docente
    Citlalli Josefina Pereira Díaz

    El malestar docente que menciona el autor puede encontrarse diariamente en las aulas de las escuelas, dónde el papel del docente es desvalorizado y se tiene poco respeto por su labor.

    Hace varias décadas, aunque el trabajo docente siempre ha sido mal remunerado y se ha encontrado en condiciones deplorables al ubicarse en escuelas mal condicionadas y de bajos recursos, su papel en la sociedad era reconocido como la única fuente de información formativa hacia la enseñanza de ciudadanos vinculados a esa pobreza cultural y social, pero que tenía un papel ponderante de la futura ciudadanía.

    A través de los cambios sociales, dónde el poder de la información a las masas se volvió cada vez más importante, el docente perdió terreno en la sociedad y se volvió cada vez menos valorizado, así como la calidad del estudio disminuyo a los estudiantes que buscan una profesión.

    Fernando Savater hace mención de esta desvalorización donde "por una parte, tiene que encargarse de muchos elementos de formación básica de la conciencia social y moral de los niños que antes eran responsabilidad de la socialización primaria llevada a cabo en el seno de la familia." Al profesor se le ha cargado de trabajo estresante, la sociedad cuestiona cada vez más los resultados y su preparación, los alumnos van cada vez menos motivados y las condiciones de trabajo no mejoran, ¿cómo hacer que futuras generaciones de estudiantes quieran profesionalizarse como docentes?

    Es cuando Graciela Gavilán (1999) hace mención de una de las razones para ser profesor donde "debemos tomar conciencia de lo lejos que están nuestros adolescentes de elegir la carrera docente, que sólo hacen aquellos que tienen una gran vocación" se emocionan por tomar esta carrera de vida, considerando que la satisfacción personal y profesional sobrepasa la injusticia social en la que se ubica.

    Ante estos motivos, es preciso considerar su valor desde el centro del problema, los mismos profesores, que para recuperar el status social perdido debe mejorar de manera constante y, aunada a ello, realizar su profesión de manera digna y con gusto.

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  5. Saludos asesora Isa y compañeros de la MEB:
    Reflexión de la lectura:

    LA DESVALORIZACIÓN DEL ROL DOCENTE

    Al leer este texto y analizarlo me doy cuenta de ciertas situaciones que plantea el estudio: cuando se menciona una desmotivación económica, la violencia que aún se da en las instituciones, etc., sin embargo en este estudio realizado también se hace referencia a que los adolescentes ya no quieren elegir la carrera de la docencia, no obstante, al menos en México me atrevo a decir que esto no es verdad, o al menos no en su totalidad, pues tan solo veamos las cifras de los sustentantes de los exámenes de oposición, o de los jóvenes que quieren ingresar a estudiar a las escuelas normales.
    Aunque sabemos que la remuneración económica no es la mejor, muchas personas andan “tras una plaza” claro que no en todos los casos es por vocación, incluso quizá no en la mayoría, pues en ocasiones cuando uno les pregunta ¿por qué quieres ser maestro? La respuesta comúnmente hace referencia a las prestaciones, las vacaciones, a que es un trabajo de medio tiempo (aquí hago un paréntesis para decir que los que nos desempeñamos de manera comprometida sabemos que para nada es un trabajo de medio tiempo).

    Mi punto de vista es que, sea como fuere que una persona llegue al magisterio, si está desarrollando esta actividad es porque quiere hacerlo, al menos yo siempre perseguí este sueño, sin embargo, en mi institución y en mi propia zona escolar como en todas hay casos diferentes, y nadie nos obliga a desempeñar esta labor que dicho sea de paso es tan gratificante; hace poco platicaba con un chofer de la camioneta que nos lleva a la escuela y me decía que tuvo la oportunidad de heredar la plaza de su papá y estuvo un año desempeñándose como docente pero me describía la incomodidad que le provocaba “lidiar” con los niños, así que decidió venderla y trabajar de chofer.

    Creo que cada quien tiene lo que quiere y los que hoy estamos aquí profesionalizándonos es porque en verdad tenemos la vocación, quizá con desaciertos pero con las ganas de mejorar, es cierto que actualmente la profesión de la docencia tiende a ser desvalorizada, por las autoridades, los padres de familia y la sociedad en general, pero, también debo apuntar que el mismo docente no está ayudando a cambiar esta perspectiva; mientras siga habiendo maestros que hacen plantones, marchas y peor aún huelgas, esta situación no va a cambiar, muchos autores mencionan que el docente tiende a comportarse como un obrero con este tipo de manifestaciones

    ¿cómo queremos entonces que la sociedad nos visualice de manera diferente? Si periódicamente sale en las noticias este tipo de acontecimientos que enturbian nuestra imagen.

    “la actividad docente implica un compromiso emocional muy intenso, ya que su situación laboral se da en una institución, en la escuela, con sus peculiaridades y estilos de relación y de comunicación, en un determinado contexto y, además, en un ámbito específico, en el aula, con muchas individualidades demandantes y expectantes de las actitudes y respuestas del docente, con sus aciertos y errores.”(Gavilán, 1999, p.224)

    Quienes estamos comprometidos y aceptamos esta responsabilidad sabemos que el camino es largo y que tenemos que competir con esa “mala imagen” del docente y tratar de cambiarla, para que la sociedad nos respete primero hay que ganarnos ese respeto.

    Saludos y gracias.

    Patricia Huerta.

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  6. Hola Compañeros (as):
    La lectura de la Desvalorización del rol docente me brindo una oportunidad para recordar mi vocación como educadora, es interesante recordar estos aspectos que la verdad ya tenía en el cajón del olvido, aquellas variables que influyeron directa o indirectamente en mi elección, de las cuales puedo mencionar que fueron principalmente variables personales y familiares las que determinaron mi vocación, la verdad nunca me había puesto analizar cómo fue que elegí esta carrera.
    Además considero muy acertada las aportaciones de los autores que hacen referencia a la desvalorización del rol docente, debido a que esta se ha dado a consecuencia de un mundo de situaciones que imperando en nuestros días.
    Como educadora el apartado donde se analiza un malestar de un docente que labora en un Jardín de Niños particular, coincido en varios de sus comentarios porque aunque yo estoy en el sistema Federal algunas de les precisiones que ella menciona también se comparten este país y en este sistema, como la presión que se sufre por parte de los padres de familia para que se enseñe a leer y a escribir en este nivel cuando existe un Programa (PEP 2004) que precisa que en este nivel se le proporcionaran las bases y el primer acercamiento a este proceso. Sin embargo aunque ellos conocen los objetivos y propósitos que persigue dicho programa es una exigencia latente por la que pasamos año con año y que parte de esta problemática se busca a batir a través de la implementación y puesta en marcha de un nuevo Plan de Estudios (2011).
    Por último me gustaría aportar que ojala a través de las distintas estrategias que sean implementado realmente se dignifique el papel del docente, pero que este compromiso no solo quede en el sistema y en la sociedad sino que también el propio docente se comprometa a tomar otra actitud ante el papel que desempeña.

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  7. Reflexionar es el acto introductorio al cambio, considero que estoy dispuesto al cambio de manera particular y este tipo de lecturas abren un panorama amplio sobre el quehacer docente y la manera en que podemos percatarnos de los aspectos de desempeño que algunos compañeros de trabajo pueden tener o que incluso uno mismo lleva acabo día a día, toda la vida he visto maestros desde mis padres, familia, etc. Y la manera en que yo hijo de maestros me he formado, en aspectos que ahora observo detenidamente, realmente ético s con el compromiso que implica ser maestro, pero el desarrollo de las actividades muchas veces de ve afectado por prácticas fuera de lugar que van denigrando y desvalorizando el trabajo docente, de esta manera podemos dar cuenta en la manera en que nos podemos centrar en nuestras jornadas de trabajo, la manera en que nos desempeñamos socialmente con los demás docentes. Esta lectura retroalimenta esto, y permite darnos cuenta de cómo ahora los jóvenes eligen ser cocineros (chefs) a la elección de la noble carrera que lleva ser maestro de cualquier nivel, pero ese nivel de compromiso no va implícito en el nombre de la profesión es creo que parte de curriculum oculto allá responsabilidad que lleva el serlo y sobre todo el tener que ofrecer un servicio de calidad al nuestros clientes, que son los niños que formamos a lo largo de cierto periodo de nuestra vida, considero que realmente este compromiso se lleva no solo en un horario de ocho a una sino que este compromiso implica mas allá, al del compromiso, al reto profesional y laboral que nos presenta el ser docentes, esta lectura realmente es un buen reflejo de nuestro quehacer diario.

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  8. Hola que tal! La desvalorización del rol docente influye en la sensación del “ malestar docente” y en las escasas elecciones vocacionales a la profesión por parte de los adolescentes. Para elegir una carrera hay aspectos que influyen como: los personales, (conocer ciertas personas o el propio autoconocimiento) los familiares ( historia profesional y laboral de los padres) las variables sociales ( según la época en la que se vive, modas). Actualmente se está gestando un imaginario social “economicista”. Y dada que la profesión docente no es bien remunerada no es de primera elección. Además que una vertiente que tampoco se da es la supuesta garantía de éxito y status.
    Todos los aspectos negativos de esta profesión se encuentran vinculados con un bajo salario, malas condiciones laborales, problemas psicosociales de nuestros alumnos con los cuales también influyen en su rendimiento escolar y relaciones entre los compañeros , el ambiente en el salón se debe a como se sientan todos fisica y emocionalmente ya comenzando desde ahí se complica y mas siendo casi 30 o 40 en una misma área de convivencia durante 6 horas o mas dirarias de jornada es mucho mas difícil.
    La familia ha abandonado su responsabilidad de educar y formar a los niños y adolescentes por lo que se le ha atribuído este nuevo “quehacer” a las instituciones educativas. Como consecuencia de la inclusión masiva de la mujer en el ámbito laboral y la poca relación de la generación mas vieja con las nuevas era transmisión de conocimientos, valores no se está dando.
    Los docentes que trabajan en medios socioeconómicos bajos sientes mas fatiga y existe relación directa entre las malas condiciones de trabajo y la salud. Pues es así como vemos que sí hay problemas como en otras profesiones pero especialmente en la nuestra hay muchos más entonces amenos que el apoyo sea mayor en todos los sentidos hacia la docencia esto no va a cambiar .

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  9. La desvaloración del rol docente
    Sin duda alguna es una lectura bastante interesante la cual me hace reflexionar y recordar mi ingreso al magisterio y muy cierto que esta elección inicio por que la mayoria de mis familiares se desempeñan en esta profesión y de antemano sabia las dificultades que se me presentaria y que no era el gran sueldo pero si que a la larga habia muchas satisfacciones personales.

    Aunque el tiempo que me toco ver como ejercian su profesión mis padres, tios realmente fue muy diferente al que ahora se vive, ellos eran respetados y desde la forma de vestir hasta la de actuar se diferencia de los que ahora ejercemos esta profesión, es evidente la desvaloración que hemos generado con nuestras actitudes y modos de pensar.

    Tal como se menciona en la lectura existe un malestar docente porque es bien cierto que en tiempos anteriores era un prestigio pertenecer al gremio magisterial tambien existia una coordinación entre educación y sociedad, es decir compartian valores, ideales, ambiciones y en ese entonces la familia era la encargada de educar a los niños moralmemte, no habia tanto disparo de información como ahora en donde el niño sin pedirla se le da sin que se esfuerce.

    Me parece que hubo un cambio en general no toda la culpa es de uno como docente, en la actualidad debemos de hacer un sin fin de actividades que no tienen nada que ver con la educación eso sin tomar en cuenta el sueldo que percibimos a comparación de otras profesiones.

    Son muchos los factores que han contribuido a la desvalorización docente, aunque es realmente una de las profesiones mas importantes y fundamentales para la vida, solo resta devolver ese valor que se ha perdido es muy seguro que no se logre de manera conjunta porque no todos tienen la misma visión, debe ser un cambio personal primeramente, un cambio de actitud que trate de devolver el valor a la práctica docente.

    Sonia Hernández

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  10. La desvalorización del rol docente.
    En la actual el rol docente ha sufrido muchos ataques de parte de la sociedad y las entidades gubernamentales. Sin darse cuenta de la gran labor que se debe de hacer, por un lado los padres de familia ya no cumplen con su responsabilidad del todo y le dejan toda la carga al maestro, debemos tener claro que el docente si es formador pero la primera educación se trae de casa y si esta es reducida en valores y comportamientos malos el proceso enseñanza aprendizaje se verá afectado. No sólo los padres de familia sino también el bombardeo constante por parte de los medios de comunicación donde se aprecian y aprenden un sin número de antivalores. He ahí donde entra el conflicto del maestro y no sabe hasta donde puede enseñar o que limites ya le impone la sociedad.
    Antes el docente se veía como parte importante de las comunidades y pueblos era respetado y valorado. En estos momentos ya no hay respeto de todo; en mi escuela algunos padres se dan la libertad de hablar mal de nuestra labor, de levantarnos la voz, de reclamar etc; cosas que en la mayoría de las ocasiones no tienen fundamentos. He tratado de hacer mi trabajo lo mejor posible de planear clase, llevar material, hablar con los niños; pero sin el apoyo de la familia y todas las carencias que hay no avanzo como quisiera. Pero sé que eso lo valoran los padres y hasta cierto punto lo dicen so ayuda a mejorar la visión que tienen de uno, pero si he observado casos en los que sólo van dos días a la semana, llegan en estado inconveniente en fin todo esto afecta al magisterio y su forma de ser observados. Hay que trabajar y buscar mejorar nuestra imagen sin importar agentes externos como mal sueldo, criticas, problemas sociales; sino comprometidos con la vocación que ejercemos.

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  11. La desvalorización del rol docente
    Por Mónica Daniela Venegas Puertos

    La lectura de Mirta Graciela Gavilán, nos hace reflexionar hondamente, en la función primordial que tenemos como docentes, y que es la de Educar.
    Así mismo no podemos negar que la figura del docente, por cuestiones a veces ajenas al trabajo en las aulas ha provocado que se le reste la importancia y valor que tiene el hecho de preparar y salvaguardar el correcto desarrollo educativo de nuestros niños y jóvenes.
    Existen factores que han incidido en la poca importancia y estima que algunos le tienen a los maestros tales como: deplorables condiciones laborales, los bajos salarios, la violencia, la carga de trabajo, el cumplimiento de normas estatales ó federales en su caso, la poca vocación de servicio, la apatía por la superación, etc.; son circunstancias que afectan el buen desempeño de nuestra función como educadores, inclusive algunas de estos factores que yo señalo fueron motivo de estudio por José Esteve (1994) en su libro el malestar docente.
    Además coincido con la aportación que hace Fernando Savater, y que retoma la autora al menionar: “El maestro antes podía jugar con la curiosidad de los alumnos, deseosos de llegar a penetrar en misterios que aún les estaban vedados y dispuestos par ello a pagar el peaje … Pero ahora los niños llegan hartos de mil noticias y mil visiones variopintas que no les ha costado nada adquirir..”; por lo que nosotros como docentes y ante los nuevos y complicados retos por los que atravesamos tenemos que estar preparados para lograr un pensamiento positivo, coherente, lógico y razonado en ellos, lograr que nuestros alumnos tomen conciencia de la realidad, ya que además tenemos una responsabilidad no solo educativa, sino social y humana de formar íntegramente a nuestros educandos.

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  12. La desvalorización del rol docente
    En esta lectura, Mirta Gavilán retoma a otros autores como Esteve, Merazzi, Fierro, entre otros para hacer una reflexión sobre un tema muy importante en el ámbito educativo, “ la desvalorización del rol docente “, en el texto se realiza una investigación sobre esta temática llegando a la conclusión de que la elección de la docencia como una carrera profesional es una situación preocupante por su escasa demanda, los jóvenes no están interesados en dedicarse a ella, sólo aquellos quienes realmente tienen vocación son los que deciden cursarla pese a todas las problemáticas que esta carrera representa.
    Se mencionan dos vertientes en la elección de la docencia como una carrera de vida: la principal y la complementaria, la primera tienen que ver con lo económico y supuestas garantías de éxito, la segunda se enfoca al deseo personal, desvinculado de otro tipo de consideraciones. En la mayoría de los casos, los docentes no estamos inmersos en esta profesión por el aspecto económico pues como ya es sabido el salario que percibimos es mínimo.
    Actualmente el rol docente ha perdido su valor por las malas condiciones laborales, bajos salarios, hacerse cargo de los problemas de los alumnos, necesidad de tener varios puestos para sobrevivir. Esteve señala los indicadores de malestar docente: relación docente alumno, violencias en las instituciones educativas, carga de actividades en las que se haya inmersa la actividad docente, relación docente directivos y padres de familia.
    En lo particular considero que se es docente por vocación pues verdaderamente son muchas las actividades que un profesor realiza, muchas de las veces desempeña roles que van más haya de su tarea profesional, aunado a ello están los problemas que se presentan en ocasiones con los alumnos, padres de familia, directivos o compañeros, las malas condiciones de la institución y el bajo salario que obliga a muchos maestros a realizar otras actividades para tener mayores ingresos económicos, peso a todas estas circunstancias cuando se está convencido de la profesión que se eligió se realiza a gusto y adaptándose a todas estas problemáticas, considero que la valoración del rol docente debe empezar por el propio maestro, sentirse orgulloso de la labor que desempeña, realizando todas sus actividades de la mejor manera posible.
    Martha Rosario Pérez Montes

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  13. LA DESVALORIZACIÓN DEL ROL DOCENTE

    Al reflexionar sobre la lectura, me vienen a la mente muchas cosas, el autor nos hace reflexionar sobre el porqué la desvalorización del docente, en mi opinión un factor que ha desvalorizado la práctica docente es la economía, la falta de empleo, lo que provoca que un gran número de profesionistas preparados en otras campos formativos se dedique a la docencia sin tener vocación, he escuchado muchas veces decir “Hay aunque sea de maestro, porque no hay trabajo”, como si ser docentes fuera algo sencillo, otro factor lo hemos propiciado nosotros los docentes al ir haciendo que la educación cada día este por los suelos, participemos en actos vandálicos, paros laborales, y un sin número de hechos que han hecho que la profesión docente sea denigrada, cuántas veces hemos escuchado decir a la sociedad, a los medios, “los maestros como siempre y su mega puentes”, por otro lado la poca remuneración, las malas condiciones de empleo, la inseguridad, han hecho que la docencia sea una profesión por necesidad de recursos o falta de empleo, y ya no por vocación.
    Todo esto de la desvalorización no solo es nacional, según la investigaciones a nivel mundial existe este grave problema, precisamente en el curso básico de actualización 2011, la relevancia del docente en el nuevo milenio, pero ¿Qué demos hacer para poder revalorizar el papel docente? Sin duda alguna empezar por nosotros mismos, reconocer que la práctica docente, no es nada más pararse al frente de un grupo de jóvenes y hablar y según dar clases, con lleva un sin número de actitudes, aptitudes, actividades previas, planes, etc. Debemos comprometernos para ofrecer a nuestros alumnos una educación de calidad, prepararnos profesionalmente, etc.
    La sociedad contemporánea tiene un gran acceso a la información, los medios, el contexto social, familiar, valores morales y cívicos, son hoy en día divergen de las ideas docentes, como docentes debemos saber ganarse el respeto, de los alumnos, los padres; transmitir valores, cambiar la imagen que se tiene hoy en día del profesor, que el profesor recupere el estatus que ha ido perdiendo.
    Jorge Martinez

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  14. La desvalorización del rol docente
    Mirta Graciela Gavilán
    Nancy Bravo Rojas
    Sin duda demasiado preocupante, lo expuesto en la lectura de Graciela Gavilan, sobre todo si se menciona todo junto y al mismo tiempo, considero que analizar esta problemática, ayuda sin duda a la compresión y asimilación de las diversas situaciones que desvalorizan la función docente. En cuanto a la elección vocacional, se refiere principalmente a la circunstancias que determinan el rol docente, de las cuales se pueden mencionar, la de elección por voluntad propia y la que por herencia o situación familiar se presenta. la elección vocacional del docente esta vinculado con la idea de ser una profesión que ofrece cierta estabilidad económica y estatus; sin embargo, al hablar de la profesión docente se presentan ciertas situaciones que la desvalorizan, como: bajos salarios, malas condiciones y el subempleo; por lo tanto, otra de las causas que profundizan estas desvalorización es si duda, la actitud negativa, propiciada por la misma situación laboral de este. Las relaciones entre compañeros, directivos, alumnos, etc. Según Esteve, la función docente además, tiene que afrontar la falta de recursos para realizar sus trabajos, además de la obligación de cumplir con sus tareas. El docente sigue una estructura que en la mayoría de los casos se vuelve rutinariamente aburrida. Abordemos tres causas más de la falta de motivación del docente frente a esta problemática; la primera es la situación social en la que vivimos, una sociedad en decadencia trae como consecuencia una educación en decadencia, la integración de la mama a la vida laboral, perdiendo este sentido de estar al pendiente de la educación de los hijos y que además los medios de comunicación son en gran medida, una fuente de conocimiento que se puede desvirtualizar. Mas considero que en este crudo relato de la desvalorización docente solo hay una luz que por lo menos, minimiza un poco esta problemática, y es en experiencia propia, porque estoy convencida que ante todo, la vocación es el motor de un cambio en positivo. Asumir el rol docente con amor y con deseo de compartir lo que tienes a los demás. Pues de manera personal, quisiera compartirles que, al llegar a mi salón de clases, observar a los jóvenes y sus ocurrencias, reflexiones, y también porque no decirlo su comportamiento (arranques), me inyectan esas ganas de dar lo mejor de mi en cada clase, siendo la única satisfacción el reencuentro de ellos cuando ya son adultos y aprecian lo que en su momento les ofreciste en enseñanzas.

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  15. LA DESVALORIZACIÓN DEL ROL DOCENTE
    Es importante reflexionar sobre esta lectura por que nos damos cuenta del grado en el que nos encontramos a la vista de los jóvenes principalmente en los adolescentes, son muy pocos los jóvenes o personas que quisieran estudiar o dedicarse ala docencia, por las diferentes situaciones a las que nos encontramos lo que estamos dentro del ámbito educativo; uno de los que menciona es el enfrentarse al trabajo con los alumnos, el relacionarse con la sociedad y dar buenos resultados asi como el cumplimiento que nos exigen las autoridades; esto conlleva a no elegir una carrera dela docencia ya que para complementarlo se tiene la idea de que se obtienen bajos recursos y con trabajos excesivos que desarrollan los maestros.
    Por tanto el nivel en que nos tiene la sociedad lleva a completar el grado de desvalorización que nos tiene no solo los alumnos si no la misma sociedad. También es estudios que se han realizado en los países como china no existe un grado de desvalorización por que en esos países se les da prioridad a la sociedad para elegir el grado de educación en el nivel preescolar para empezar a educarlos ya sea desde la familia o en primer año de la educación inicial.
    Por ello como maestros debemos esforzarnos para que esa valorización sea la que nosotros demos a conocer a base de nuestro esfuerzo reflejado en nuestros alumnos. Y que bueno seria que de ellos pudiera nacer la idea de elegir la carrera de ser docente y tal vez decir que quisiera ser como mi maestro de educación básica primaria o secundaria, de ello también depende que logremos maestros de vocación.

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  16. LA DESVALORIZACIÒN DEL ROL DOCENTE

    Mirta Graciela Gavilán

    Concuerdo con mi compañeros al concretar que nuestra labor no tiene el mismo reconocimiento que cuando nosotros fuimos estudiantes, los roles se han invertido, por diversos factores de índole cultural, social, económico, político e histórico. La educación en valores ha sido decreciente y cada vez los docentes batallamos más sobre este aspecto. El maestro antes podía jugar con la curiosidad de los alumnos, deseosos de llegar a penetrar en misterios que aún les estaban vedados y dispuestos para ello a pagar el peaje de saberes instrumentales de adquisición a menudo trabajosa. Pero ahora los niños llegan hartos de mil noticias y mil visiones variopintas que no les ha costado nada adquirir... ¡que han recibido hasta sin querer! El maestro tiene que ayudarles a organizar esa información, combatirla en parte y brindarles herramientas cognoscitivas para hacerla provechosa o por lo menos no dañina. Todo ello sin convertirse él mismo en un nuevo sugestionador ni pedir otra adhesión que la de unas inteligencias en vías de formación responsable hacia su autonomía. Empresa titánica... remunerada con sueldo bajo y escaso prestigio social.
    Pero uno de los puntos más relevantes para destacar es cómo repercute en la desvalorización docente que los adolescentes que ingresan a estudiar la profesión no están totalmente interesados y/o deciden estudiar por obligación o equivocación. Por otro lado si existiera una buena paga y remuneración, habría más demanda, no obstante, nuestra realidad es otra (claro si nos ponemos a ver cuánto compañero nada más se presenta a trabajar por requisito y no cubre en lo absoluto las necesidades del grupo y peor aún obtienen resultados escolares muy bajos) porque nuestros salarios son fijados por agentes externos que nos evalúan en base a estándares que nuestros alumnos deben alcanzar, pero no es posible porque no disponen de los conocimientos requeridos; además si no aprobamos los exámenes que diseñan nos recomiendan tomar cursos y diplomados en otros estados de la República, cuando no nos alcanza para pagarlos o no se nos da la beca de “sustitución” ¡que incongruencias!

    Como bien menciona la mtra. Liliana, en comparación a otros países nuestras estrategias para propiciar y elevar la calidad en educación son deficientes y no están a la vanguardia, pues el sistema educativo no ofrece oportunidades que satisfagan las necesidades de la sociedad.
    Selene Velàzquez Montiel

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  17. DESVALORIZACIÓN DEL ROL DOCENTE
    Mirta Graciela Gavilán
    Hola Compañer@s:
    Coincido con los comentarios de ustedes en cuanto al papel social de la función docente; y tras leer el texto, he podido analizar las diferentes variantes que me llevaron a elegir esta profesión. Efectivamente no es sólo una cuestión vocacional, sino que son diversos los factores que influyen al momento de optar por la carrera de maestro. En mi experiencia personal, el factor familiar y económico fue crucial para emprender esta bella aventura. Las pocas opciones de continuar otra carrera universitaria, y la poca oferta laboral en ella me hizo decidir por el magisterio. Es verdad que no estaba convencida de que era mi vocación, y no me apena comentar que inicié por obligación y continué por convicción. Creo que allí radica una tarea importante de mi rol como docente, el actuar convencida de que lo que hago tiene un valor importante para la sociedad. Primeramente debo creérmela yo, para poder llevar a cabo una práctica de calidad. Si yo no estoy convencida de ello, ¿cómo entonces espero que mi rol docente sea valorado socialmente? Tal como apuntan los autores citados en el texto, esta desvalorización debe ser analizada desde el malestar docente, lo que se refiere primeramente a aquellos factores que afectan nuestra labor, y que de alguna forma demeritan el trabajo que realizamos. Tales factores pueden ser intrínsecos al mismo docente, o del contexto en que desarrolla su práctica. Así como también es necesario mencionar la influencia y desplazamiento de los saberes de los profesores por las tecnologías de la información (como bien apunta Merazzi). Antaño se veía al maestro como un ente lleno de cultura, saberes, conocimientos y destrezas que le daban un papel importante en la sociedad. Y a esa visión contribuía el mismo docente con su entrega y vocación de servicio. Esta perspectiva ha cambiado, y no es sólo la sociedad a quién debemos inculpar por tal demérito, sino las mismas autoridades educativas han puesto más énfasis en la educación universitaria, que en la formación de profesores; aunado a ello está mi actuar como docente, que muchas de las veces deja mucho que desear de lo que verdaderamente debe ofrecer a l@s niñ@s. Mucho puedo mejorar desde mi trinchera para que el rol del docente sea valorado como antes, y no es sólo cuestión de valores, sino de actitudes, de compromiso y entrega. Finalmente, me gustaría concluir con una frase de Savater, que particularmente me agradó mucho: “[la labor docente es]...Empresa titánica... remunerada con sueldo bajo y escaso prestigio social.

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  18. Hola Isa compañeros:
    Me llama la atención en primera , cuando menciona que la falta de vocación de los docentes y la forma en como la sociedad percibe el hecho de ser profesor.
    Me doy cuenta de que pocos hemos tomado la decision de ser profesores por gusto, tal vez fue porque no había de otra o se devia decidir por algo.
    Cuestión que hace hincapié en la lectura, puesto que esto es un motivo relevante por lo cual no se respete tampoco la profesión.
    otro aspecto relevante que deseo compartir, es cuando hablan de la educación preescolar, porque lo he vivido.
    Los padres de familia me preguntan, ¿porque algunos niños de la educación preescolar privada ya salen leyendo y escribiendo?
    Y ante esto, los jardines estatales quedan mal posicionados aparente con los particulares. No habiendo un correcto respeto hacía el porque se debe enseñar a leer y escribir hasta la educación primaria.
    ¿pero ante todo lo planteado en el texto, que podemos hacer los docentes?
    Lo que podemos hacer es orientar a las personas cercanas y motivarlos a que se respete nuestra profesión.
    con respecto a la vocación, es un tema muy amplio por tratar, en mi practica me he encontrado con profesores que enuncian que por estudiar en una normal ellos tiene mayor merito a los que estudiamos en otras instituciones educativas. Considero que eso no hace ni bueno ni malo a un docente sino su compromiso con su profesión. Ya que, no porque al querer ingresar a una institución de este tipo te apliquen un examén de conocimientos garantiza que quien lo pasé y quede seleccionado será un buen docente. Talvez lo que garantizaría y no del todo sería la aplicación de un examén vocacional, para ver si realmente podrán desempeñarse en la carrera.
    Esta lectura me clarifico muchas cosas y vi reflejada, muchas de las inquietudes propias y de la sociedad donde vivimos.
    Espero seguir orientando mi camino hacia la mejora de mi practica.

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  19. Reflexión sobre “La desvalorización del rol docente”. Mirta G. Gavilan

    Esta lectura me hace reflexionar sobre mi labor docente y comprometerme cada día por ofrecer una mejor educación. También me hiso recordar cómo es que llegue a ser maestra, cuando fue mi primer oportunidad de estar frente a grupo, como me sentí, etc.

    Debo confesar que en lo personal nunca me imagine llegar a ser docente de telesecundaria, no tengo familiares docentes, ni en mi mente pasaba la idea de serlo, sin embargo con el paso del tiempo y gracias a distintas experiencias y oportunidades que tuve para trabajar con niños, adolescentes, jóvenes, me di cuenta que es una hermosa profesión donde intercambias además de conocimientos, habilidades, actitudes, etc., compartimos muchas emociones.

    Lo anterior me motivo a presentar el examen de otorgamiento de plazas magisteriales, porque para mí era un sueño llegar a ser maestra de telesecundaria o secundaria. Ser maestra de secundaria me hace sentir autorrealizada porque estoy contenta con mi trabajo, en el lugar en el que estoy y con la gente con la que convivo día tras día.

    Creo que un docente comprometido y responsable se logra percibir cuando lo vemos hablar de sus alumnos, de su escuela, de los sentimientos que su labor docente le provoca, muchas veces me han dicho “se ve que te encanta tu trabajo” y en verdad eso no se puede esconder, una persona que ama lo que hace se siente satisfecha y se compromete a ser cada dia mejor no solo por ella sino también por sus alumnos.

    Aunque la profesión docente ha sido desvalorizada por nuestra sociedad, eso no debe desanimar a ningún profesor a realizar su trabajo de la mejor manera posible, dando lo mejor que tenemos y teniendo una actitud de compromiso y responsabilidad por la educación del futuro.

    Asimismo, considero que el rol del docente ha sido desvalorizado por consecuencia de muchos maestros que cayeron en este campo por equivocación, corrupción, herencia, etc., y desgraciadamente aun seguimos viendo maestros que consiguen plazas sin tener una vocación o que tristemente con el paso del tiempo nunca aprenden amar lo que hacen y es ahí donde todos los maestros somos generalizados y algunas veces la sociedad no logra ver aquellos docentes comprometidos que queremos cambiar la educación de nuestro país.

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  20. Saludos cordiales Estimad@s compañer@s, todas sus intervenciones han sido leídas y registradas hasta el día de hoy, mañana se cerrarà este tema. Animo a quienes faltan de escribir su comentario, a hacerlo a la brevedad. Buenas tardes: Isa.

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